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miércoles, 4 de septiembre de 2013

La realidad de las pensiones

La realidad de las pensiones: si suben un 0,25% y el IPC sube un 1,5% no se revalorizan, bajan


Comencemos con una obviedad: el sistema público de pensiones es un pilar básico y fundamental del estado del Bienestar. Dado que su mantenimiento es estratégico conviene repasar una serie de datos que son indiscutibles, el primero es que el sistema de pensiones ha de reformarse o revisarse por una cuestión tan obvia como que los españoles vivimos más años y el actual sistema se diseñó para cuando la esperanza de vida era de cinco a 10 años menor. No es lo mismo para las arcas públicas pagar una pensión durante 10 años que durante 20. A ello hay que añadir que las crisis económicas son periódicas y en España se traducen en un elevadísimo desempleo y por tanto en la pérdida de cotizantes y, fundamentalmente que la evolución de la pirámide demográfica (nacimientos frente a fallecimientos y población más envejecida) provoca que en los últimos 20 años haya descendido sin parar el número de cotizantes (trabajadores) por pensionista.

Como queda la reforma
Muy  resumidamente los ciudadanos debemos tener en cuenta que las pensiones ya no se revalorizarán en función del IPC, se desvinculan de la inflación, y además se tendrá en cuenta el llamado factor de sostenibilidad, que no es otro que las cuentas que presente la Seguridad Social cada año (déficit o superávit) y evolución demográfica. La reforma que ha presentado la ministra de empleo, Fátima Báñez, a los sindicatos se resume en que las pensiones se revalorizarán un 0,25% en años de crisis y en años de bonanza no podrán subir más que lo que haya subido el IPC y un 0,25% más. Poniendo ejemplos, si este año la inflación sube tan solo un 1% y las pensiones se revalorizan un 0,25%, en realidad la nómina de los pensionistas baja porque pierden poder adquisitivo. Y si en un año de bonanza el IPC es de un 2% y a los pensionistas se les sube un 2,25%, la subida es tan mínima que no compensará las pérdidas de los años de crisis.

Diferencias con la reforma de Zapatero
La primera y más importante es que la reforma pactada por el anterior Gobierno socialista fue pactada con los sindicatos, la reforma de Rajoy no. El PP se opuso virulentamente a esa reforma, acusó a Zapatero de ir contra los pensionistas y lo utilizó electoralmente sabiendo que era necesario realizarla. Cuando Rajoy llega al Gobierno propone otra reforma más dura y los sindicatos no tragan porque consideran que ya habían cedido lo suficiente. Zapatero adelantó la edad de jubilación de los 65 a los 67 años. El PP se opuso pero ahora en el Gobierno mantiene los 67 años. Y no pasa nada.

La reforma de Zapatero pactada con sindicatos y empresarios entraba en vigor en el año 2027, la del Gobierno del PP entrará en vigor 8 años antes, en 2019 así que lo que ahora tengan 55 años ya no podrán jubilarse a los 65. Si a ello unimos que el Gobierno ha endurecido brutalmente las prejubilaciones, lo que tenemos encima de la mesa es que la reforma se aplicará 8 años antes aunque se evitan las elecciones en esta Legislatura y que desde ya las pensiones perderán poder adquisitivo. No solo eso, sino que a partir de este año, cada anualidad las pensiones bajarán más, es decir que las pensiones de dentro de 8 años serán más bajas que las de este año.

Fuente: www.elplural.com

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